Botenstoffe Día 1 / 25 de marzo de 2010, Lettrétage

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Julieta Mortati. Foto: Timo Berger

Cinco escritores argentinos ( Laura Alcoba, Lola Arias, Félix Bruzzone, Sergio Raimondi y Pablo Ramos) y cinco alemanes (Nora Bossong, Daniel Falb, Juliane Libert, Tilman Ramstedt y Julia Zange) discutieron en Lettrétage sus similitudes y diferencia en torno a lo que piensan sobre el plagio.

Los autores se sentaron alrededor de una mesa de madera de extremos redondeados y dialogaron desde las diez de la mañana hasta el mediodía que gracias a la precisa traducción simultánea de Sara Campos Arnoldi e Ignacio Hermo. Comieron galletitas de manteca y tomaron café. Coincidieron en que apropiarse de cualquier material de la literatura es tan lícito como que dos escritores se sienten debajo del mismo árbol a narrar un atardecer, ya que nunca va a ser el mismo. Hablaron también sobre el pasado, el presente, si es algo junto o separado. Los argentinos se preguntaron, también, qué rol vienen a representar como delegación en Alemania con vistas a la Feria de Frankfurt 2010. El origen de cada uno aparecía a veces en la forma de un desfasaje temporal y otras como silencio y cara de nada.

Después de un riquísimo pastel de papa, sopa de choclo con queso derretido y ensalada verde y crujiente los escritores salieron a dar una paseo.

-Félix Bruzzone y Nora Bossong caminaron por Kreuzberg y fueron a tomar algo a un bar con mesas a la calle aprovechando un día de primavera universal, de esos que entiende todo el mundo: flores, pajaritos, sol, cielo claro, calor justo.

-Sergio Raimondi y Daniel Falb fueron al Victoria Park, donde hay una cruz de hierro enorme, como pocas veces se ve en la capital alemana, y chicos y chicas se ponen en círculos pequeños a hacer jueguitos con pelotas de tennis y la nuca transpirada. Luego llegaron a Schönenberg. Visitaron lo que antiguamente era una fábrica y hoy es un hermoso parque: una metáfora romántica sobre la desindustrialización. Hablaron de sus poéticas y coincidieron que todo procedimiento poético deriva en cuestiones ideológicas.

-Laura Alcoba y Juliane Liebert charlaron sobre su vida, el novio de Juliane, el marido de Laura. Visitaron las galerías de arte en Mitte y una muestra de fotos del este muy interesante para la argentina, quien además aprovechó para comprarse un libro con graffiti de Berlín y otro con fotos de la otra Berlín, la Berlín out, la Berlín al margen de lo que se cree y que se espera que sea el primer mundo, que un séquito de escritores argentinos haría sangrar.

-Lola Arias y Julia Zange fueron a ver un ensayo técnico de la obra que Lola va a estrenar en marzo. Hablaron mucho, en inglés. Se gustan. Julia después dormió la siesta.

-Pablo Ramos y Tilman Rammstedt fueron al Tacheles porque Pablo quería tomar el whisky de Faulkner, pero Tom, quería caminar un poco más. En la calle se cruzaron con una pelea entre un linyera y una mujer que vivía en el edificio donde el linyera se había dispuesto a pasar el día. Pablo pidió que le tradujeran, pero pronto se dio cuenta de que el griterío tenía que ver más con las ganas de pelear que con un hecho real. Finalmente, Pablo tomó su deseado whisky en el patio del Kunst Werk. Tilman pidió vino blanco. Hablaron sobre las condiciones de escritura en cada país y también de mujeres.

A la noche, más de 30 personas asistieron a la lectura de Laura Alcoba, Félix Bruzzone, Sergio Raimondi y Nora Bossong moderada por Katharina Deloglu. Allí los autores contaron lo que hicieron en el día y el público escuchó con ojos cerrados sus textos.

Julieta Mortati

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